1 pollo de 1,5 kg
400 ml de crema de coco
2 guindillas verdes sin semillas
2 cucharadas de semillas de cilantro (coriandro)
1 cucharadita de semillas de comino
1-2 cucharaditas de guindilla seca troceada
1 cucharadita de pasta de gambas
1 cucharadita de ajo picado
1 cucharadita de jengibre picado
2 cucharaditas de azúcar
2 cucharadaas de aceite vegetal
3 cucharadas de crema de maníes crujiente
2 cucharadas de salsa de pescado
el jugo de 2 limas
Corte de pollo en trozos grandes y colóquelos en una sartén con la crema de coco y 1 taza de agua.
Añada las guindillas, póngalo todo a hervir, tápelo y baje el fuego.
Cuézalo a fuego lento 30 minutos hasta que el pollo esté tierno.
Ase el cilantro, el comino, la guindilla troceada y la pasta de gambas en un wok o sartén antiadhetente hasta que desprendan
un intenso aroma.
Tritúrelo todo con el ajo, el azúcar y el jengibre hasta obtener una pasta.
Cueza la pasta en el aceite 2-3 minutos, retire el pollo con una espumadera y apártelo.
Vierta el líquido con las guindillas en la pasta de los condimentos.
Hiérvalo todo a fuego lento hasta que el líquido se evapore (20 minutos).
Añada la crema de maní, removiendo hasta que se disuelva en la salsa, incorpore el pollo y cuézalo a fuego lento unos
10 minutos.
Eche la salsa de pescado y el jugo de lima y sírvalo en un plato con arroz.
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